11 noviembre 2013

¡¿Cómo que ya es Navidad?!

Acabamos de estrenar noviembre, el frío no termina de quedarse, mis sandalias siguen en el armario… pero la Navidad empieza a acecharnos.


La he visto asomarse por algunas calles. Y al Corte Inglés ha llegado ya. Están montando toda la luminotecnia de la fachada, y no será por lo impresionante del despliegue de medios, que llevan un porrón de años con el copo de nieve. El montador tiene que hacerlo ya con los ojos cerrados. No sé cuándo será el alumbrado pero creo que la Navidad no puede adelantarse más.


El caso es que a mí estas fechas me gustan mucho. Y con niños me parecen súper divertidas. Cargadas de ilusión y miedo a esos seres viejos y barbudos que entran en tu casa, con camellos y por la noche, a dejarte regalos y comerse turrón. De paquetes envueltos con lazos. De esa nueva y eficaz arma para el chantaje emocional y el castigo infantil. De secretos fatal llevados, “No digas que lo has comprado tú, que está el niño delante y se va a enterar”, “Te has dejado el papel de regalo encima de la mesa y lo ha visto”, cazotes con bolsas repletas de juguetes. De vacaciones y cabalgatas.

Pero el pistoletazo de salida no puede ser con dos meses de antelación. Mi misión es evitar que llegue a casa cualquier catálogo de juguetes. Tengo un hijo híper-reactivo al marketing, no puedo permitir que tenga uno en propiedad. Cualquier anuncio infantil cala en su sesera de forma brutal. Se pide todo lo que ve. Una y otra vez. Y no se le olvida. Y lo repite un trillón de veces seguidas. Como el bombardeo navideño comience en noviembre, en enero no sé qué será de mí.

10 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Con la excusa de las fiestas que se adelanta, todo el mundo a casa por Navidad en noviembre. A mantener al hijo pródigo dos meses.
      “¡Vete, de casa vete!
      ¡Vuelve a tu hogar!”

      Eliminar
  2. Lo que no sabes, además, es que la que ha llegado es la Navidad del año que viene. Feliz 2015, Mc Fly!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esto es horrible, Doc, ¡catálogos de juguetes no disponibles en tiendas hasta el año que viene! No puedo soportar tanta presión.

      Eliminar
  3. Lo mejor de las navidades es cuando se acaban.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se agradece bastante cuando llegan a su fin, aunque el árbol puede seguir montado hasta mediados de febrero...

      Eliminar
  4. Joe, que decadentes me parecen esos árboles de navidad decorados con los mismos adornos que hace 20 años. Esos espumillones plateados, dorados y rosas descoloridos, mustios y funestos. Y no hablemos de las bolas que les cuelgan, que son literalmente del siglo pasado.
    "El horror,,,,el horror" como decía el capitán kurtz en apocalypse now.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La vuelta a los 70 en la decoración navideña viene de la mano del chino del barrio. Han conseguido dar una nueva vida al espumillón, la lluvia, las bolas de colores chillones, los Papá Noel que cantan y bailan, las luces musicales.
      En casa de los abuelos, el árbol chano es el rey; los niños están encantados con todo ese brillo hortera. En mi casa, un comedido arbusto de IKEA en rojo y plata, obviamente.

      Eliminar
  5. Me encanta como te explicas lolina! Y me haces muchisma gracia!
    Voy a intentar ver las Navidades cargadas de cosas buenas como tu las ves.... Prometo! Gracias por expresarte tal cual¡ besos cris prima,

    pd

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Lolina como la bisabuela Lola León! Me mola mucho, Cris. Enseguida me calzo el moño de señora mayorcísima, elegante y seria.
      Con tu sobri, seguro que ves el otro lado de las fiestas, el que está hecho para los pequeños pero que nos hace disfrutar a los mayores.

      Eliminar