10 febrero 2014

La comunidad.

Estoy acostumbrada a tener un vecindario amigable. En el edificio de casa de mis padres, todos los vecinos son súper simpáticos. Te los cruzas en el ascensor y te preguntan siempre por la familia, hacen carantoñas a los niños, sabemos nuestros nombres, te felicitan por las buenas noticias y se preocupan cuando algo sucede. Han subido a preguntar por nosotros, hemos bajado para interesarnos por ellos.

Cuando volé del nido, caí en una comunidad estupenda. La mayoría de las viviendas está ocupada por gente mayor, discreta y educada. Hay también familia con hijos. Siempre ha reinado la paz. Jamás nadie se ha quejado de nada.
Y, de repente, llegaron los nuevos vecinos...


Te enteras de su llegada por el ruido de las obras, los cartones en el ascensor, el portal lleno de polvo, los martillazos, el taladro, el trajín de gente en el portal con neveras, armarios, muebles, encimeras. Vienen a ser entorno a unos 5 meses en los que, nuestra amable comunidad, no hizo comentario alguno.
Pues fue instalarse la parejita y empezar los conflictos vecinales. De manera unidireccional: de su casa hacia las demás.

He tenido la fortuna de que se instalen en el piso de abajo.
Su dormitorio se encuentra bajo mi cuarto de baño, que utiliza un sistema de desagüe llamado Sanitrit y funciona mediante un pequeño motor que se enciende cada vez que abres un grifo y perturba su descanso, como tuvieron a bien contarme al mes de instalarse, sentados en la mesa de mi cocina mientras daba la cena a mi hijo. Me dijeron, directamente, que ya que tenía dos cuartos de baño, por qué no usaba el otro. Muy amablemente respondí “Vuestra casa tiene dos habitaciones, ¿no? ¿Por qué no dormís en la otra? Claro, vosotros no vais a cambiar vuestras rutinas por mí pero sí queréis que yo lo haga por vosotros.”. Y no les debió de gustar demasiado mi respuesta, en vista de los acontecimientos posteriores.
La suerte me sonrió de nuevo cuando se rompió el sifón de mi ducha, a principios de agosto, y hubo goteras y humedades en su recién estrenado hogar. Cuatro meses fuera de casa para poder arreglar el desaguisado que hizo el fontanero del seguro.
A finales de diciembre, vuelta a casa.
Su bienvenida ha sido apoteósica. A los 15 días, unas nuevas e inexistentes humedades me obligaron a dar parte al seguro.
Desde entonces, tengo visita semanal de los municipales para decirme que el sonido de mi desagüe supera en 5 decibelios el máximo permitido. Ya vamos por el cuarto timbrazo de las autoridades a las 7:15 de la mañana. Lo mejor es que se encuentran una casa súper silenciosa, una señora con la toalla en la cabeza recién salida de la ducha y un niño en su camita que me pregunta “¿Quién ha venido, mami?” Yo, para rubor municipal, contesto “Son los policías que han venido a darte una sorpresa y despertarte. Venga, dales los buenos días y diles que te ha gustado mucho su visita.

El tío se despierta antes que yo para llamar a los municipales, si esperara, no llegarían a tiempo de medirlo.
A las 7 de la mañana están permitidos hasta 35 decibelios. Los municipales me han comentado que se generan 30, con picos de 40 ó 42.
Dice que realiza sus propias mediciones con un aparato homologado. ¿Su aplicación del Iphone cuenta o se ha comprado un sonómetro?

Y lo mejor de todo, sus mails. Aquí van sus mejores momentos (faltas de ortografía corregidas):
- Te he pedido por favor que, hasta que soluciones el problema de algo que no cumple la normativa, usaras por la mañana el otro cuarto de baño que tienes al lado del que nos molesta.
- Una pregunta... Mientras tanto... ¿es realmente necesario seguir usando ese cuarto de baño a las 7 de la mañana aún sabiendo que incumple sobradamente la normativa del ayuntamiento y que nos despierta cada vez que se utiliza?
- Sólo te pido por favor que hasta que el tema se solucione no utilices ese aparato.
- No has tenido ni el detalle de utilizar el otro baño cuando has llegado tarde a casa, da igual sean las 2,3 ó 6 de la mañana.
- Yo ya me he molestado en comprar un sonómetro que cumpla con lo que exige el ayuntamiento (página 29 de la ordenanza municipal adjunta).
- Las mediciones que he realizado yo están en la línea de 45 y las que ha realizado la policía en otras ocasiones que no han subido a tu casa, también 45.
- Te he escrito un email la semana pasada con intención de que vieras que no podemos estar así eternamente, que sepas que nos despiertas... Ni me has contestado, has seguido despertándonos igual...
- Te importa muy poco despertarnos cada mañana.
- Descansar por la noche es sagrado.
- Nos estás causando graves molestias.
- Vamos a defender nuestro sueño/descanso.

Todo esto ha pasado en el mes que llevo en casa y tardo 10 minutos en ducharme. Y claro que voy a solucionar el tema. Voy a hacer todo lo posible por dejarlo en 35 decibelios clavados.


Como dice mi hermAna, parece que Lennon y Yoko se han mudado al piso de abajo y viven en la cama.

6 comentarios:

  1. Me he puesto nerviosa solo con leerlo...vivia en casa de mis padres con un vecino con un retraso mental que se pasaba tocando la flauta desde las 7 de la mañana hasta las 22....SIN PARAR con la ventana abierta en un patio que hacia eco y con la radio a tope....cualquier persona que me conozca a vivido con " El flautista" y asi le llamaban todos los vecinos desesperados, pero sin decir nunca nada....y con un padre que nos pedia perdon cada vez que coinicdiamos en el portal.....me cambio de casa, y tengo una vecina que se mete literalmente a mi casa para ver las obras, y llamar a mi suegra para decirle "tu futura nuera esta destrozandote el piso, te lo digo para que lo sepas, esta haciendo obras en toda la casa" (siempre se llevaron mal).....me vuelvo a cambiar de casa (no por los vecinos) y tengo un loco del sueño que ha venido varias veces a las 21.00 cuando yo llego a casa, para decirme (como un loco) que mi television no le deja dormir y que el se levanta a las 5 de la mañana.....(con Malu/Rocio Jurado dependiendo del dia, bastante alto ) JAMAS le dire nada, porque señores salvo que tengas por vecino a Pete Doherty...cada uno en su casa se ducha y ve la television cuando y como quiere......Dicho todo esto los vecinos de antes eran otra cosa........y lo tuyo....no tiene nombre.....es que sigo estupefacta.....con que derecho se creen para meterse en tu vida, tu casa, tu ducha...LAM.

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  2. HA VIVIDO, faltita....Lam

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    1. No pensaba que había tanta gente dispuesta a perder su tiempo en estas cosas. Creía que todo el monte era orégano de paz vecinal. Ha sido un terrible descubrimiento.
      Tu experiencia es bastante extrema, menudo tino eligiendo comunidad, LAM…

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  3. Yo con lo que muchas veces alucino es con la educación de algunos vecinos a la hora de saludar cuando te los encuentras en el portal, ascensor o te los cruzas por la calle.
    Algunos parece que te están haciendo un favor al decirte hola, otros ni te miran o van con cara de amargados. La verdad es que cuando me pasa me pone de muy mala hostia. Vas tu, saludas cordialmente soltando una leve sonrisa y un correcto “hola”, y recibes el más absoluto de los vacíos como si no existieras.
    A veces hasta me pregunto si les habré hecho algo y yo sin saberlo.
    En fin, que ser amable y correcto es gratuito y todo sería mejor y mas sencillo.
    Mi conclusión es que el mundo está lleno de gilipollas.

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  4. Me ha echo gracia esta entrada.
    No quiero meter cizaña, pero es posible que en este caso el mal vecino está siendo el que tiene un aparato que hace un ruido descomunal (tengo uno en casa, sé de lo que hablo) y lejos de buscar una solución alternativa, se queja de que a los demás les moleste.
    Si tus vecinos te despiertan todas las mañanas, no por el uso normal de la vivienda, si no por el uso inadecuado de la misma (para eso están las normativas y el sentido común), pues ea... quizás estés buscando la paja en el ojo ajeno.
    Creo que a nadie se nos ocurriría poner una lavadora a centrifugar a las 7AM. Pues en este caso me parece lo mismo.
    Suerte con sus vecinos.

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    1. La prepotencia no tiene cabida, aunque tengas razón. Hay maneras de pedir las cosas y, francamente, los municipales en tu puerta a las 7.15 de la mañana es un modo bastante hostil de hacerlo, rozando lo amenazante.

      Y me parece inadecuado, desmedido y ridículo. Porque en mi casa se oyen televisiones, algún berrido a un niño, llantos, risas, pasos, arrimar de sillas, el ascensor, puertas que se cierran, un periquito, ronquidos y al menda tocar la guitarra y cantar a las 9.30 de la noche. Lo que viene siendo una comunidad, vaya.

      El silencio absoluto mide 30 dB en este edificio (según aparato homologado).

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