18 enero 2016

Derrota literaria.

En octubre me vine arriba y me lancé con Los Miserables de Hugo, versión original, edición de bolsillo en dos tomos.


La cosa empezó mal desde el principio, ahora lo sé.
Me costó más de 200 páginas pillarle algo de ritmo. En algunos capítulos sucedían cosas, otros eran el desierto con sus decenas de páginas de descripciones infinitas. Pero continué, inasequible al aburrimiento, cruzando los dedos para que, por el amor de Dios, le sucediera cualquier cosa a Jean Valjean, que se dejara caer por allí.
Y así, con el deseo de conseguirlo motivándome, terminé el primer volumen antes de que acabara octubre.
913 páginas.

Con el empuje de tener la primera parte finiquitada sobre la mesilla, encaré el segundo tomo.
Había perdido mucha energía a lo largo de las semanas anteriores y mi concentración iba menguando. Estaba en ese punto en el que puedes leer 4 páginas o la misma línea varias veces sin darte cuenta.
El tema se estaba poniendo muy cuesta arriba y Hugo seguía filosofando sobre el argot, los gamins de París, la burguesía, Rita la cantaora, la madre del topo… Iba a necesitar algo más que el pundonor para continuar con semejante embarcada.
Seguía leyendo, pero empecé a encender la televisión de vez en cuando.
No dejaba el libro, pero estaba más on-line que nunca.
Y mi ritmo lector se fue marchitando, reduciendo, apagando hasta morir. Exactamente en la página 542 de la segunda parte.

Fui incapaz de aceptar la derrota. Mientras no hubiese una nueva novela en mi vida, habría un resquicio de esperanza…
Pero lo único que sucedió es que dejé de leer. Ni una sola página durante un mes.

Finalmente, Los Miserables ha sido más fuerte que yo.
Después de 1.453 páginas.
A falta de 345 del desenlace.
Sin saber qué pasa con Valjean y Cosette.
Temerosa de que otro coñazo en francés sea superior a mis fuerzas y acabe viendo Telecinco por las noches.


No sé si tendré ánimo para volver a las barricadas -llevo 200 páginas en la barricada de los huevos- y darle carpetazo a Hugo. Mientras tanto, me estoy dando un buen empacho de policías, abogados y asesinos, en busca del tiempo perdido (que no tengo intención de recuperar con Proust en otro arranque cultureta).


2 comentarios:

  1. Si quieres que te de un ataque de ira empieza en busca del tiempo perdido, yo tuve la suficiente lucided (pues ha sido el primer libro que dejo sin terminar de leer)de abandonarlo y no perder mas el tiempo que coñazo de Proust, yo odiaba a los protagonistas eran insoportables aburridos y todo lo coñazo que se te ocurra , dicen que es una obra maestra , lo siento no he podido pero no me arrepiento he aprendido a dejar libros que no me aportan nada. La Anciana

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    1. Va a ser que no, tengo miedo a las consecuencias que otro clásico de la literatura universal pueda tener en mi vida.

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