27 enero 2014

Parecidos.

Mi niño no se parece a mí, es de ésos que son clavados a su padre y que te hacen preguntarte cómo es posible haber estado gestando nueve meses, haciéndolo yo, dentro de mi cuerpo y se parezca al que está fuera esperando.


Nace, va creciendo y sus rasgos van tomando una forma que me saca, cada vez más, de la ecuación reproductora. Sé que todo responde a las leyes de la genética pero a mí me puede una lógica menos elaborada, si sale de mí, ¡¿cómo es posible que no sea igual que yo?!

Foto de hace tres años...

Nada en nuestro aspecto físico nos vincula, salvo mis peculiares orejas de gnomo, de elfo o de cualquier ser salido de la mente de Tolkien. Bueno, también está el empeño de mi Hermana en el gran parecido físico que les une, pero es que ella piensa que todos sus sobrinos son clavados a la tía... Me gustaría poder creer, por eso de que mi hermana es más yo, pero se está poniendo muy complicado.

Él sigue creciendo, su fisionomía evoluciona en la misma línea -dejándome fuera, ¡oh!- pero el carácter empieza a hacer acto de presencia. Y, de repente, empiezo a verme en los sitios más insospechados.
- Le encanta cantar, se inventa canciones con letra y todo, tal y como hacía yo de pequeña.
- Es súper cariñoso, da trillones de abrazos y te dice que te quiere mucho. Así era yo también.
- Se mira en cualquier superficie que refleje y puede tirarse buen rato mirándose, poniendo caras, haciendo el mono. Como mamá.
- Nos encanta bailar y lo hacemos siempre que podemos.
- Es un payaso, le encanta hacer el ganso. Y yo me muero de risa.
- Es terco como una mula. Pero si a alguien no va a ganar a cabezonería va a ser a su madre.


Parece que los genes, al final, también me han tenido en cuenta. Y me quedo mucho más tranquila, me parecía una injusticia. ¡Qué menos que un 50%! Y un desequilibrio siempre a favor de mamá. O del más guapo de los progenitores, que también soy yo…

11 comentarios:

  1. Y qué decir cuando la genética te mete en casa a una especie de cochinillo sueco. Simón es una monerie, para comérselo, pero por su tono rosado y su pelo claro (y ojos? De qué color vais a ser?) parece que han puesto una sección nueva en ikea: Bëboote.

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    1. Yo tengo la seguridad de que el niño es mío (bueno, de su padre vía yo).

      Tu bebote rosa, gigante y tan diferente a sus progenitores ha tenido algún momento en el que nos ha recordado a tía Lola, ¡tenemos vínculo genético! Podemos dormir tranquilos, no ha habido cambiazo por niño bielorruso.

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  2. Digo...por tranquilidad, que una vez vi en un pOgrama muy tarde en neox(fiabilidad 0) o alguna mierda de esas... en el que decían que el primer hijo se parece mas al padre( Perro, leon, cabra, chico de 29 años....osea mamifero) nada mas nacer, para que el padre no lo rechace sin perjuicio de que con los años vaya pareciendose a su madre....no se si será verdad o no, yo me lo creo todo y oye....espera a ver que te depara el futuro.....lo mismo tiene unas orejas como David (el Gnomo digo....) en cuestion de tiempo..... Lo que esta claro es que una madre no los rechaza nunca, sea cochinillo sueco, chinilla/peruana (la hija de una amiga, la han robado del paseo de castro urdiales.....ojo rasgado pelo negro tizon y ellos son medio rubios....) Sorpresa de la genetica.......Y como diría la Macu de Aida.....
    Chema: No te interesa saber el origen de los niños?
    Macu: Este en concreto de mi potorro (Por su hijo que estaba alli presente).....
    Es vulgar y feo.....pero una realidad como un templo! LAM

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    1. LAM, yo también lo había oído. Francamente, saber que encima es Ley de la Madre Naturaleza, me parece terriblemente injusto. Para ser madre, se porta fatal con sus congéneres.
      No sólo sale de dónde dice la Macu, por el camino se lleva cintura, tetas y culo dejando a cambio estrías, tripa y cartucheras. ¿No merece mamá un rasgo suyo en el rostros de su criatura?

      Y luego está ese infinito amor de madre pantojil que hace que tu hijo te parezca el más guapo, listo, bueno y simpático. Y en ésas estamos...

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  3. yo todavía flipo porque mi niña no tiene ojos azules y pelo liso, inconcebible, aunque creo haber descubierto que los dedos son como los míos... o algo por favoooor, que hasta el carácter tiene del padre!

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    1. Yo también me esperaba ojos azules, Alele. Será que los genes recesivos nos sentimos dominantes.
      Y el carácter, ya se sabe que cambia, no pierdas la esperanza.

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  4. Yo también flipo con mis niños, no se parecen en nada a mi, uno ojos azules, el otro rubiales y en tamaño.....cualquier día me llevan a mi de la mano y mirarán hacia abajo para hablarme, espero como dices que con el tiempo se parezcan algo a mi. J.

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    1. J., tus niños son de anuncio. ¿Seguro que no los habéis pillado por catálogo?

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  5. Mi hijo tiene pinta de ser uno de esos que dice LAM.
    Al nacer todo el mundo decía que era igual que su padre pero...por fin se parece a mí, pese a los empeños de la familia postiza que siguen diciendo que el clavadito a su familia...Es un auténtico Martujo, como dice Ana.
    Lola, ayer ví una foto en la que Tomás se me parece a tí...y no era por alegrarte el día! Martuja

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    1. Perdona pero mi medio hijo es un calco!Yo tengo una foto tuya en mi salón con su edad y salvo por los pendientes y el pelo largo eres Diego....LAM

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    2. Clavadito a su madre. La misma sonrisa de bicho. ¡Prepárate!

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