17 julio 2014

Bebés de Bilbao.

Los bebés bilbaínos (o eso nos decimos por aquí) tienen fama de vestir bien. ¿Y qué quiere decir esto exactamente? Pues que nos encanta llevarlos con polainas, ranitas, gorros, faldones, pololos, de punto, de algodón, celeste, gris, blanco, rosa palo, beige, topo...


Existe, allende la muga, una tendencia a equiparar clásico y cursi. Aclaremos algunos conceptos para evitar tamaña confusión.
- Punto no es sinónimo de angora o perlé; menos aún de la terrible combinación de las anteriores.
- Piqué y puntilla son cosas bien diferentes. Tienen entidad propia y pueden darse por separado. La suma de ambos puede resultar espantosa si no se hace con mucha mesura.
- Blanco no implica almidonado, encañonado y con lazos.
- Celeste, rosa y beige no son colores Pantone, hay un sinfín de gamas y algunas resultan francamente feas y muy poco favorecedoras.

Veamos unos ilustrativos ejemplos de lo que, erróneamente, se mete en el saco de ropa clásica de bebé.


A mi mente sólo vienen adjetivos como empalagoso, antiguo y hortera. Supongo que transportarán al querubín en Inglesina tirada por corceles blancos.
El exceso de ñoñería queda, por tanto, descartado como opción para que nuestro retoño luzca en todo su esplendor.


La otra cara de esta moneda es una alternativa muy poco favorecedora. El progenitor prescindirá de cualquier tono claro y se volcará en los fucsias, pistacho o marrones. No sé, ¿a alguien le favorece el morado? Pues a un bebé tampoco. Acentúa los rasgos viejunos que todo recién nacido trae de serie. Me dan penita, se les ve tan feúcos a los pobres.
Y si te lanzas con esa gama tan colorida, es bastante probable que caigas en el vaquero talla 0-1 meses y sus correspondientes Nike del 18. ¿Acaso no tiene el resto de su vida para ponerse eso? ¿A nadie se le ha ocurrido pensar en esas costuras clavándose en sus piernecitas? Es que no me lo explico, oiga.

De nuevo, una imagen vale más que mil palabras.


¿No estaría este angelito mucho mejor sin diademas?


Creo firmemente en que los bebés -de Bilbao- vestidos de ídem están monísimos. Y para muestra, un botón.




Y si te parece demasiado, prueba a quitar los lazos, la capota de punto y, sobre todo, sácale del cesto. ¿A que ahora te pides uno?

6 comentarios:

  1. Me pido uno, yes. Incluso encestado.

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  2. Yo también me pido uno, que pena me da no poner ya a los míos ropita de bebe, con lo que me gusta...pero tampoco se puede alargar mucho, llevar a un bebé de un mes con un vaquero no mola pero a uno de catorce meses y doce kilos con pololos...J.

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    1. Pues tampoco se puede J., hay que saber parar a tiempo. Con 2 años y pololos están muy cursis.

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  3. Pues yo pienso que de la misma forma que a ti te parecen muy monos con esa ropa, a la que nos gusta la ropa moderna, nos parece que esos niños quedan horrorosos con es ropa de época que mucha de ella cuesta un dineral y la madre va con el moño y chándal empujando el carro.
    No se si los Bilbao nos vestimos mejor, cada madre le compre ta a su hijo lo que a ella le gusta pero sobre todo quien dice que el morado no le pega a un bebé? La costura de vaquero no roza!!! Alemania, Francia, Suiza, Suecia, Holanda etc etc ... No usan ROPA CLÁSICA, son feos y les rozan los pantalones? Esta bien decir Q hay Q diferenciar lo hortera de l clásico, pero respetando los demás.

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    1. Cada uno puede vestirse como le venga en gana, faltaría más (seguro que la señora con moño, chándal y tacones se ve estupenda).
      Lo mismo para los bebés, si a uno le apetece ponerle vaqueros recién salidos del útero materno, genial.

      Yo elijo el punto, el algodón y los tonos claros, me parece que están mucho más favorecidos cuando no han cumplido ni 3 meses.
      Precisamente por eso, la elección europea no me gusta nada (pistacho, morado, fucsia, lima, naranja...) y me hago con ella, desde el respeto, un collar de tres vueltas.

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