12 marzo 2015

DIY: manos a la obra.

Si tuviese tiempo, conocimientos de ebanistería, carpintería, albañilería y restauración, herramientas y materiales, espacio tipo lonja para ensuciar a gusto, un montón de escombros de obra y dinero (para disponer de todo lo anterior exceptuando lo último, ya me buscaría yo un hueco delante de un contenedor con el chasis de un cochecito de bebé) creo que podría dedicar, tranquilamente, un mes a cultivar y dejar mi afición por el DIY.
Me centraría en la decoración de interiores, creando con mis propias manos mobiliario guay para lofts con jardín, patio trasero y/o amplia terraza.



Son muchos los requisitos, soy consciente, pero me muero de ganas de montar una estantería, librería, banco, mesa, macetero o cualquier elemento de decoración de casas con palés de madera.
Es más probable que lo que realmente quiera sean la preciosa casa con aire industrial y todos sus complementos cuidadosamente descuidados, pero me conformaría con la sensación de victoria de haber hecho yo misma un mueble tan ideal, con personalidad –de revista- pero único e irrepetible.
Aunque tuviese que comprar los palés –porque finalmente no son nada fáciles de conseguir y no soy tan fuerte para hacerme valer en la mafia del escombro-, me visualizo henchida de satisfacción post trabajo manual, sentada sobre/junto a mi obra, cerveza en ristre.
Existen opciones más fáciles, pero cultivar mis propias hortalizas y hierbas aromáticas no me llama tanto como decorar mi casa imaginaria.


Por supuesto, me veo con el look de trabajar duro y con tus propias manos:

  • Una coleta hecha de cualquier manera -de las que favorecen un montón pero nunca consigues hacer adrede-.
  • No puede faltar un pañuelo en la cabeza del que se escaparían algunos mechones que caerían desordenada y muy coquetamente sobre mi rostro.
  • Imprescindible, una camisa de hombre –seguramente elija una que esté en uso y no sea de las viejas que se pueden manchar- y unos cómodos vaqueros pitillo.
  • Sólo me faltan el rubor en las mejillas fruto del esfuerzo y unas gotas de pintura sobre el rostro para conseguir el look obra total.

Estoy lista para empezar a crear mis muebles cuquis para mi inexistente espacio diáfano. 


Y ya podemos empezar a trabajar en el diseño... Supongo que habrá que lijar (tendría lijadora y las gafas de bucear para que no me entre serrín en los ojos y se me corra el rímel), pintar en tonos piedra, dar una o varias manos dependiendo del efecto deseado (digo yo que por ahí irán los tiros del decapado), barnizar (con barniz al agua mate para proteger la madera manteniendo el punto vintage) y clavar o atornillar un poco.

Y, bueno, entonces debería tener un mueble precioso decorando mi enorme casa.



Voy a empezar a buscar palés y pillar algunas herramientas.

4 comentarios:

  1. jajajajaja , primero el cochecito y el palo para los contenedores, y si quieres yo que ya me dedique a eso y tu lo has conocido ( en el sotano estan la mar de monas) puedes poner las mesas del salon que hicimos con cajas de pólvora hay unas cuantas.....La Anciana

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    1. Será algo hereditario, entonces.

      Si con cajas de pólvora habéis hecho unas mesas, confío en mis posibilidades con unos palés.

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  2. Jajaja q risas!! Yo sueño las mismas cosas pero no encuentro pandilla basura y sigo buscando el dinero q me permita hacerme con una nave industrial y convertirla en mi hogar.Acabo de aterrizar aquí pero ya soy fan!!

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    1. Pues tú vas buscando la nave industrial (veo que apuestas alto) y yo empiezo a mover los hilos con los rumanos de mi zona, a ver si consigo hacerme de algún clan de rebuscadores de contenedores.
      Nos veo con posibilidades.

      Seguimos en contacto.
      Corto y cambio.

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