- Dormir hasta que lo pida el cuerpo, sin prisa, sin culpa y con la persiana cerrada a cal y canto -no vaya a ser que la luz me despierte antes de tiempo-.
- Pasarme horas leyendo, perdiendo la noción del tiempo hasta que toca encender la luz. Y seguir un ratito más, hasta que sea tardísimo y acabe trasnochando de pura enganchada.
- Remolonear, echando las siestas y cabezadas que mi cuerpo estime oportunas.
- Ver una película. O dos.
- Tumbarme en el sofá y evitar la vertical durante toda la jornada. Al final del día, necesitaría el alta médica para ponerme en pie.
- Fisgar Pinterest y descubrir un montón de cosas bonitas.
- Echarme unas risas con el ingenio tuitero.
- Comer cualquier cosa, normalmente con muchas más calorías de las necesarias, siguiendo la ley del amodorramiento y la comida basura. Después de un día así, podría hibernar.
- Tragarme unos cuantos programas de reformas de casas canadienses –la versión patria da ganas de llorar-. O de subastas, vestidos de boda, jefes infiltrados, restaurantes asquerosos...
 |
| PUIG - Somni Galerie Ariel Sibony |
Los
días en los que no nos apetece hacer nada pueden resultar de lo más productivos.
Y qué agradable es pasar un día enterito sin mirar el reloj, sin preocuparte si llegas a tiempo o si vas tarde, sin pensar en si te ha quedado algo pendiente por hacer, sin prisas, sin agobios..... ¡¡ qué maravilla!! Un besito. Mónica.
ResponderEliminar¡Qué relax, Mónica! La verdad es que sienta de cine un día así de vez en cuando.
EliminarLas reformas de casas, y en general cualquier programa de antes-después, son un gran hit del día de descanso...
ResponderEliminarEl tiempo pasa volando cuando tiran tabiques, desmontan la cocina, pintan el salón...
EliminarDe vez en cuando está genial tener un día de estos de tocamiento de pies absoluto, peor no hay que hacerlo norma porque al final uno se vuelve un vago crónico y no es plan.
ResponderEliminarYo no sé qué sería de mí sin Discovery Max o Energy en estos días de encefalograma plano y sofá.
Ahora parece que están en auge los programas de tatuadores, buscadores de oro, joyeros; luego están los clásicos de siempre con el pescador ese que va por el mundo cogiendo babosas gigantes o el gordo y el flaco que a este ritmo pronto se encontrarán un generador de neutrones en un camarote abandonado de Wisconsin.
Estos días siempre dejan un regusto de culpa, es lo que tiene aprovechar la jornada haciendo nada.
EliminarDiscovery Max, Energy, Divinity... Cada vez sospecho más de esos canales, creo que hay tongo en todos los programas. ¿El gordo y el flaco nunca palman pasta o qué? Siempre encuentran cosas súper increíbles, ¿es que la basura sólo se guarda en los trasteros de Canadá?