15 octubre 2015

Canciones que nunca pensé que cantaría a mi niño.

Cantar no es precisamente una de mis virtudes. Nunca se me ha dado bien; no tengo oído y la escala que soy capaz de trabajar sin desafinar se limita al do-re-mi, el fa está totalmente fuera de mi alcance.
Vamos, que he estado en un karaoke de casualidad y creo que prefiero irme a casa y zanjar la fiesta antes que desentonar Laura Pausini delante de 25 borrachos.


Dicho esto, una es madre y pierde, entre otras muchas cosas, el pudor a dar el cante. Empiezas tarareando a tu bebé en solitario y medio a escondidas. Pero te vas viniendo arriba y terminas saltando en el sofá con el mando a distancia de micrófono y con toda tu familia - postizos incluidos- de público.

Jamás pensé que llegaría tan lejos en el mundo de la canción.
Nunca imaginé que podría perder la vergüenza hasta este punto, permaneciendo mis ineptitudes constantes.


Antes de lanzarse, fundamental ceñirse al siguiente esquema:
         Palabras que sabe decir
      + Cosas que le gustan
      + Ritmo
      + Gamberrada
      + Repetición
      = Hit infantil


Siguiendo esta ley del éxito y contraviniendo toda lógica, me atrevo a cantar:

Dile a papá, que me voy de la ciudad. Dile a los chicos, que no volveré más. Voy en un coche que robé anoche a un tipo listo que iba a ligar.

Yo para ser feliz quiero un camión. Yo para ser feliz quiero un camión. Escupir a los urbanos, a las chicas meter mano. Yo para ser feliz, quiero un camión.

Tengo un tractor amarillo, que es lo que se lleva ahora. Tengo un tractor amarillo, porque es la última moda. Hay que comprar un tractor, ya lo decía mi madre, que es la forma más barata de tener descapotable.

Has sido , te crees que no te he visto. Has sido , Chica-Cocodrilo. Has sido la que me dio el mordisco. Has sido , has sido .

Adiós papá, adiós papá, consíguenos un poco de dinero más. Más dinero.


Así pues, mis canciones para chicos (el género es vital en esta selección) han terminado siendo un viaje a finales de los 80 y principios de los 90.


¡La Década Prodigiosa ha vuelto y soy yo!

7 comentarios:

  1. Y lo mejor es que les gustan a todos empezando desde los 2 años ,4 y 5 y a mi con 59 son divertidas y bailonas para hacer el gamberro, distrutamos mogollon.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Es muy risas ver a esos renacuajos bailando y saltando!

      Eliminar
  2. Menudas carcajadas que me eché el otro día escuchándote. He de reconocerte que no lo haces nada mal, pero te salió algún falsete muy molón.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con falsete te refieres a gallo, ¿no? Fueron bastantes, es que esto no es lo mío.

      Eliminar
  3. Buf, creo que yo estoy cantando a los míos canciones para chicas, entonces.
    Dame un poquito de tu amoooor, siquieraaaa...
    Dame un poquito de tu amooor, nomáaaaas...
    Dale a tus besos la emocióon primeeeraaaa....
    Es ese beso el que nuuunca olviidaréee....
    Menos mal que su padre les pone música electrónica ("una con ritmo", según los niños), y ampliamos el espectro...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Y de dónde te has sacado tú esas canciones, Ani? Te pegan más las de su padre, con ritmo pero sin tanta sabrosura.

      Eliminar
  4. ¡Ijana, he borrado tu comentario sin querer!
    Con la ilusión que me hacen y la de tiempo que te llevaría llegar hasta el décimo little indian boy.

    ResponderEliminar