16 mayo 2016

Los misterios de los programas de reformas.

A los que veis programas de reformas de casas -en Canadá, porque siempre son allí-, ¿no os parece que hay cosas que no cuadran?


  • El precio de un adosado de 250 metros con jardín en un barrio residencial a 10 minutos del centro de Vancouver puede oscilar entre los 250.000$ y el 1.500.000$.
  • Dos profesores de primaria tienen un presupuesto de un millón de dólares para su nueva casa.
  • Un neurocirujano y una dentista llevan dos años y medio viviendo en la habitación de invitados de una prima con su bebé en el armario porque no encuentran casa.
  • A una familia que espera su segundo hijo se le ha quedado pequeño su chalet de 350 metros cuadrados, 4 habitaciones, 3 baños, cocina, dos salones, sótano reformado y tropecientas hectáreas de jardín.
  • 100.000$ son suficientes para hacer una reforma integral de la casa en tres semanas.
  • Con 20.000$ llega justo para alicatar un aseo.
  • No tienen falta de espacio, son unos desordenados con todos los juguetes y zapatos tirados por ahí.
  • Se van a gastar una fortuna pero 1.000$ más supone un desequilibrio presupuestario inabarcable.
  • Ningún comprador es capaz de ver las posibilidades de una casa si hay que pintar el salón de otro color.
  • Los propietarios no han pensado que para vender, ordenarla un poco sería una buena idea.
  • Una cocina sin isla es un sacrilegio, ¡nadie compraría nunca una casa en semejantes condiciones!
  • El mobiliario ochentero, que se va a ir con sus dueños, es motivo suficiente para no adquirir.
  • Todos necesitan una cocina de espacio abierto que dé al salón con chimenea porque reciben a muchísimos invitados y les gustaría poder hablar con ellos mientras hacen la cena. ¡Les encanta recibir a gente en casa!
  • Es indispensable que las camas tengan cuatro filas de cojines y almohadones.
  • La diferencia entre unas cortinas de dudoso gusto y unas maravillosas es, muchas veces, un misterio inescrutable.
  • Cambiar el tirador de unos armarios es equivalente a hacer una reforma de la cocina.
  • Dos hornos son un extra alucinante.
  • Una carretera en el vecindario es un peligro mortal para los niños.
  • No sé por qué las piscinas ocupando todo el jardín son una buena idea en Canadá.
  • ¿Por qué los mismos que son incapaces de dejar su casa un poco recogida para la venta son los compradores más quisquillosos?


Y éstas han sido mis conclusiones hasta la fecha.
Si por casualidad consigo entender el mercado inmobiliario canadiense, ya os informaré.

2 comentarios:

  1. Lúcido análisis de la cuestión, Lolichi. Esto tiene mucha enjundia y alguno de los puntos me ha quitado horas de sueño... Lo debatiremos face to face.

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