Definición
Espacios
de la casa autorizados –por uno mismo, por consenso familiar o de forma tácita-
para acumular toda clase de papeles y objetos de dimensiones y utilidades
variables sin que por ello, y siempre según el criterio propio o consensuado,
reine el desorden.
Ordenar
la casa consiste en recoger el resto de zonas pasando de largo de las
montoneras, que forman parte de la decoración.
Disposición
Las
montoneras se organizan en función de la distancia con respecto a la puerta de
casa. Así, cada una de ellas tendrá un uso concreto y muy específico. Esto te
permite tener la basura acumulada pero clasificada según su ubicación en tu
hogar.
Primer lugar de apoyo
Cualquier
objeto del mobiliario susceptible de ser continente en la zona de la entrada –balda,
mesa, sifonier, mesita, armarito, radiador- tendrá un altísimo nivel de probabilidades
de convertirse en la primera montonera del hogar. Cartas, folletos, propaganda,
cupones descuento, catálogos… Del buzón a casa, sin abrir siquiera. Estoy valorando
colocar un segundo buzón en casa, para dejarlo todo oculto y ordenado porque es
como si jamás hubiese salido de ahí.
Segundo sitio de apoyo
Los
papeles importantes, las cartas que sí hemos abierto y requieren algo de
nosotros, la lista de la compra, un cargador, el menú escolar, monedas varias -euros,
libras, una de 100 pesetas o alguna más exótica-, recetas del medicamento que
recetaron a tu hijo en alguna ocasión y que ya no sabes ni para qué sirve, una
notificación de Correos. Esta sería la montonera del día a día y de aquellas
cosas que no encuentro el arrojo de tirar. Aquí buscaré, y pocas veces
encontraré, el papel que necesito y que decidí “guardar” aquí para que no se
pierda.
Tercer punto de apoyo
El
más alejado de la casa pero el que más ocupa. Tiende a expandirse y hacer que su
entorno se vuelva, a su vez, susceptible de montonera. El sitio más apropiado
para dejar lo que sea y olvidarse del asunto, pero sabiendo que lo tienes, aunque
nunca lo localices en caso de necesidad.
Yo
ni siquiera soy consciente de que un día tuve un escritorio. Ha desaparecido
bajo montañas de revistas -de las bonitas de más de 5€, que por eso no las tiro-,
fotos, recortes de cosas que me parecían interesantes pero que nunca volvieron
a despertar mi curiosidad, álbumes a medio hacer, manuales de cosas, algún
tocho de papeles que me traje del curro para mirar en casa y que luego volví a
imprimir en la oficina, cables para conectar algún dispositivo desconocido a
otro, CDs sin caja ni indicaciones sobre su contenido –si es que lo tiene-,
libros. El único límite que posee esta montonera es la gravedad y siempre
encuentras la manera de colocar algo más.
Duración
El
tiempo medio de vida de una montonera tiende a infinito. A base de desidia,
hemos convertido esos lugares en imprescindibles para el funcionamiento de
nuestros hogares.
Aunque
tratemos de mantenerlos despejados, su destino ya ha sido trazado. Montonera
serás para siempre.
Ahora
mismo me encuentro en plena fase de concienciación para liberar de su yugo una
de las montoneras de mi casa. ¿Seré capaz de ir más allá de la simple
reubicación y ocultación de objetos? ¿Conseguiré perder el miedo a tirar un
cable que no sé para qué sirve? ¿Podré deshacerme definitivamente de lo que
abulta y desordena?
Y la cuestión fundamental, ¿tengo el síndrome de Diógenes?
Yo soy más de montoneras ocultas en cajones, pero compitiendo con las cosas q necesito de verdad. Por ejemplo, hay más bolsas de tela en mi cajón de bragas que mismamente bragas, y está al caer el día en que me tape el culo con un bolsón de zapatos de Bimba y Lola o un sobrecito de piqué bordado en celeste con el nombre de mi hijo...
ResponderEliminarSi cabe en un cajón es que tienes mucho territorio por conquistar todavía.
EliminarEl precio, unas bragas la mar de incómodas pero con espacio para guardar tus cositas.
Me encanta como le llamas a esos pequeños o gigantes (como mi armario ,que digo!!!! vuestro armario de las bodas ) mogollón de cosas casi inservibles "Montoneras ".Yo como Ana soy de ocultarlas pero en bolsas de papel bueno que guardo de regalos asi que mis montoneras son mas tipo Prety Womam y encima con cosas vuestras. Todavia me estoy riendo del culo de Ana bordado en celeste....La anciana
ResponderEliminarPues no sabía cómo decirte que he encontrado unos cuantos pares de sandalias y bolsos que van a ir derechitos a ese armario tan guay, Vieille . La suerte que tienes de contar con un espacio dedicado, en exclusiva, a looks boderos. ¡Ni Sarah Jessica!
EliminarPara mi, esas montoneras.. Están llenas de por sí acaso.. Por sí acaso sirven en un momento dado, por sí acaso no tiró porque son recuerdos, por sí acaso,.. Yo sí, reconozco que tengo el síndrome de Diógenes que se ha colado hasta en las mesillas de noche de mi habitación y en lugares tan insospechados de ml casa... Cris p
ResponderEliminarMe pasa lo mismo, Cris. Sumaría un poquito de miedo, a ver si va a estar en el contenedor cuando lo necesite, mejor lo guardo aquí encima de estos papeles "importantes".
EliminarSoy muy ordenada pero no podría vivir sin mi "cajón desastre" , lo tenemos en la cocina y cae de todo dentro, todo cositas pequeñas y sin ningún orden, J.
ResponderEliminarJ., espero que todo el mundo tenga uno de esos cajones; no sabría qué pensar de mi desorden si alguien fuera capaz de vivir sin uno. ¿Dónde dejarían las pilas? ¿Y los botones?
EliminarCarcajada con las bolsas de Bimba & Lola de tu hermana Ana; completamente identificada. Incluso guardo las pequeñitas que te dan con los complementos, no vaya a ser que tenga que guardar un día algo diminuto y súper necesario... Necesitarè terapia??? Es probable.... M.
ResponderEliminar¡M, las pequeñas son para guardar un collar en una maleta! ¡Imprescindible guardar!
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