Cambia,
mueve, recoloca.
Atornilla,
clava, martilla.
Arranca,
quita.
Pinta,
lija, enluce, barniza.
Ordena,
regala, tira.
Descuelga
y vuelve a colgar.
Adecenta,
recupera, retapiza.
Compra,
rebusca, inspírate.
Tapa,
arregla, limpia.
Puede
que al final todo se quede como estaba pero, mientras lo intentabas, habrá
pasado el tiempo.
¡Haz
decoterapia!
A mí la decoterapia me ha salvado de caer en el fango... ¡Tres hurras!
ResponderEliminarNo sé si sale más rentable tirarse en un diván pero ¡viva la decoterapia!
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