Desde el más absoluto de
los suspensos, me atrevo a preguntarme qué nos está pasando. ¿Por qué tantas separaciones,
divorcios, finales? ¿Qué pasa con la promesa de ser fiel en lo próspero y en lo
adverso, en la salud y en la enfermedad y amar y respetar todos los días de la
vida? Parece que las palabras se las llevó el viento…
Creo que el compromiso se
ha vuelto otro producto de consumo, con fecha de caducidad en la tapa. Nuestra
palabra vale cada vez menos, o vale mientras todo lo demás permanezca en armonía. Ya no somos capaces de luchar, de pelear por aquello en lo que un día
creímos. Tiramos la toalla en cuanto la pendiente se vuelve escarpada pero, ¿acaso
pensábamos que iba a ser siempre un camino de rosas? Sabemos que tocarán
tiempos difíciles y, sin embargo, llegada la hora de hacer el esfuerzo, éste
nos parece desproporcionado. No tenemos la certeza de que vaya a compensar
tanto sudor y tanta lágrima. Y cortamos por lo sano. Nos plantamos. Se acabó.
Contar con mayor independencia
nos da libertad y nos quita aguante. Podemos permitirnos abandonar el barco en
mitad de la tempestad pero, entonces, no sabremos si el viaje llevaba a buen
puerto y nos perderemos el paisaje cuando amaine la tormenta.
Tal vez idealicemos las relaciones,
y la vida en general, esperando que todo fluya. Sin esfuerzo, sin sacrificio,
sin renuncias. Pero escoger implica decir que no, siempre habrá una senda que
nunca recorreremos. Comprometerse es saber que nuestra elección, nuestro
camino, es el que merece la pena ser caminado. Y sudar cada pendiente, desollarse
las manos escalando las rocas, calarse hasta los huesos cuando caiga un
chaparrón, confiar entre la niebla. Para disfrutar de la llanura.
Espero ser valiente,
paciente y cumplir con mi palabra.
Y yo espero compartirlo con vosotros.....Á.
ResponderEliminarYo DM y todo suspendí asi a lo grande y me presenté varias veces al mismo examen(reventada de subir sola y con una -dejemoslo en putilla- en la cima que me volvia a empujar )....(esto en vez de blog es una terapia en grupo....ME LLAMO LAM Y YO TB ME CASE Y DIVORCIE ANTES DE LOS 30 ) JAJAJAJAJAJAJA
ResponderEliminarHe cambiado de carrera y me va mejor...de ahora en adelante solo espero un 5 raspado! LAM
¡Hola LAM! ¡Bienvenida!
EliminarEstá bien aprender de las lecciones del pasado, aunque sean duras. Si en escalada no hay un objetivo común, una misma idea de una vida compartida, difícil conseguirlo.
La próxima vez irá mejor, seguro. Aunque a Elizabeth Taylor le fue estupendamente con sus 80 maridos...
Muchas veces he pensado lo mismo, que somos más vagos, que nos cuesta arremangarnos y luchar. Pero también es verdad que, antes, muchas mujeres aguantaban lo que fuera, atrapadas en sus vidas...
ResponderEliminar¡Qué delgada le línea que separa la dejadez de la infelicidad! Esperemos distinguirla y saber encontrar la felicidad, Ani. Confiar en nuestro criterio, en nuestros valores y tomar las decisiones adecuadas.
EliminarEstoy totalmente de acuerdo. Muchas relaciones se dejan por egoísmo, por querer lo que no se tiene y no apreciar lo que sí.
ResponderEliminarSomos unos inconformistas y muchas veces unos estúpidos.
Tal vez idealicemos las vidas ajenas, olvidando que en las nuestras también hay cosas buenas cuando los tiempos se vuelven difíciles.
EliminarMe encanta que pienses así , en las relaciones para que salgan bien no regalan nada, hay que luchar mucho para que salgan adelante, unas veces tu necesitas que te apoyen y otras el apoyar a tu pareja lo malo es cuando somos los dos juntos los que necesitamos apoyo , hay que ser muy generosos y no siempre se puede ; lo digo desde el punto de vista de mas de 37 años de compromiso esta mereciendo la pena . La Anciana
ResponderEliminarVieille, un ejemplo. Pero ahora, 37 años después, teneros, ser equipo, apoyaros en las duras y en las durísimas, me parece una suerte -muy currada-.
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