Lo
de COS y sus modelos me tiene fascinada. Es que no me lo explico, oigan. No
logro comprender qué motivo empuja a la firma a elegir siempre gente tan gris,
tan sosa, tan poco lucida. Si las féminas me parecieron recién salidas del hospicio, los chicos tampoco tienen desperdicio.
La gran pregunta, que viene a mi mente cada vez que les veo, es cómo y qué han hecho estos muchachos para conseguir sus trabajos. Con esas caras, esas pintajas, esa desgana, esas pocas ganas de vivir… no entiendo cómo tuvieron el arrojo de plantarse en una agencia de modelos con su book bajo el brazo. A lo mejor no tenían una madre que los orientara más hacia los estudios, que el tema de ganarse el pan con su físico iba a estar complicado.
Me
imagino la cara de la recepcionista al verlos llegar, pensando “¡Criatura! ¿Pero tú te has visto?” y dándoles
la correspondiente cita –que ella es muy profesional y no cobra por descubrir
talentos-.
Luego
sucede algo que se escapa a mi comprensión: los tíos pasan el casting y ahora
tienen un agente.
Siguen
pasando cosas extrañas, misteriosas, inexplicables. Estos tipos, no sólo son
modelos, sino que además protagonizan la campaña, el lookbook y el catálogo de
una marca de moda internacional. ¡Eso es que te venga Dios a ver!
Y
también veo a mamá, que no puede estar más contenta y orgullosa -en el fondo,
ella tampoco daba un duro- sacando del bolso el librito de COS Autumn & Winter 2014 y enseñando a todas sus amigas las
fotos de su hijo. Y las compañeras de café pensando, “Con lo feúco que es el muchacho, con esas orejas de soplillo que
tiene, mira que dedicarse a la moda. Es que no vale nada la criatura ¡Y en una
revista sale! Con lo monos que son mi Svend y mi Frida… ¡Qué injusta es la
vida! ¡Y a ver quién aguanta ahora a Margaretha! Es que se está poniendo muy
pesada, todo el día con las fotos para arriba y para abajo.”
Otra
duda existencial –soy capaz de dedicar horas muertas a cavilar sobre cualquier
cuestión sin importancia- es el motivo por el que COS elige lo más feo de la temporada
y/o lo que peor sienta a sus maniquís como imagen de su campaña. Porque la
tienda tiene cosas súper chulas, pero en la web todos parecen los más tontos
del lugar. Mi estímulo comprador recibe un jarro de agua congelada al ver mi
elección en estas perchas tan deslucidas.
Es
que los pobres chicos parecen todos medio tontos y disfrazados, como si el estilista
estuviese experimentando con ellos para echarse unas risas; “Voy a ponerle uno guantes a ver qué pintas
tiene… ¡Es que me parto!”. A lo mejor a los nórdicos les flipa el rollo
retrasado-moderno pero a mí me entran ganas de enseñarles a leer, de tirarles
una pelota para que me la traigan y repetir el proceso hasta que estén
agotaditos los pobres, de salir huyendo antes de que me hagan algo con esa
mirada de psicópata o de comprarles un helado y que se les vaya derritiendo y
resbalando entre sus dedos.
Supongo
que las cabezas pensantes de COS, tras haber llevado a cabo un carísimo estudio
de mercado, han decidido que la cara de empanado-sociópata es la tendencia de esta
temporada, como lo fue el diastema –sugiero que los amigos de David Delfín controlen
su reacción ante la noticia, a ver si le va a dar por operarse también de eso-.
Y nos lo venden sin hacerse demasiadas preguntas.
El
caso es que yo no lo compro, estos chicos tienen de modelo lo que yo de
astrofísica. Creo que en el mundo del cine podrían colar, yo sí les daría
una oportunidad en un remake de Rain Man,
Alguien voló sobre el nido del cuco, Despertares e incluso American Psycho. El tipo de
protagonistas que requieren mucho trabajo de actor pero ellos parten con
ventaja, el físico lo tienen.
Hasta la boca abiertica se dejan, oiga...
ResponderEliminarCreo que hasta puede verse un hilillo de baba.
EliminarVerdades como puños !
ResponderEliminar¿Dónde está toda la parafernalia del mundo de la moda y por qué han puesto al vecino del quinto?
EliminarSon de bofetada!!!!!
ResponderEliminarMiedo me da que la bofetada nos la den ellos, con esas caras de perturbados que tienen.
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