El
otro día cayó en mis manos un ejemplar ICON, la revista masculina de EL PAÍS.
Como todo buen magazine de moda que se precie, tiene más anuncios que
contenido. En este caso, los destinatarios de este despliegue de medios son los
hombres, igual que los modelos protagonistas de las campañas.
Y
mientras ojeaba unas propuestas bastante ridículas para este invierno, caí –de nuevo-
en la cuenta de lo feos que eran los tíos de los anuncios. Me pareció algo
francamente desconcertante, yo que pensaba que el mundo de la moda necesitaba
macizos para vender sus productos.
Algo
me olía desde hace un tiempo, con esos modelos feúchos de las tiendas on-line
pero esto es otra historia; hablamos de su imagen de marca. Son las caras que
veremos en marquesinas, autobuses, revistas, televisión. Y, francamente, no veo
el punto a esta nueva tendencia. Lo más probable es que, como inexperta en el
universo del marketing, esté cerrada a las nuevas corrientes publicitarias en
las que un cardo vestido como un mamarracho suponga un éxito de ventas abrumador
entre los ricachos.
Si
fuera hombre, no dudaría ni por un segundo en comprarme un bolso enorme y
subirme a un autobús con cara de puteo.
¿Eres
simplemente idiota? Loewe es tu gran aliado.
Seguro
que John Travolta y sus injertos de pelo, su tinte negro azabache, su cara
operada y una sonrisa de lo más forzada es un hacha vendiendo relojes.
Quiero
ser un nerd vestido de Louis Vuitton
y viajar a exóticos lugares con preciosos atardeceres.
¿No
terminas de encajar? ¿La gente piensa que eres borde? ¿Tiendes a estar
malhumorado? ¿Tienes cara de pocos amigos y te molan los tartanes? No eres un
bicho raro, eres un cliente tipo de Givenchy.
Balmain
o la muerte os sienta tan bien. Poco más que añadir a esta versión tan transgresora
de La Pietà, seguro que están todos
los creativos celebrando por todo lo alto su genial ocurrencia.
En
fin, parece que de ahora en adelante tendremos que acostumbrarnos a esta panda
de mangarranes. Me pregunto dónde quedaron los tipos como Albert Delegue, guapo
entre los guapos. Todavía puedo recordarlo mirándome desde la parada del
autobús.
¡Qué
tiempos!
ojalá salir un jueves de tormenta y acabar en la fiesta de givenchy.
ResponderEliminarqué miedo.
Tiene pinta de terminar con algún sacrificio o bebiendo la sangre de 7 vírgenes.
EliminarMejor no vayas, Alele. O avisa cuando llegues a casa.
Dios mío!!! Me he quedado atrapada en los horsebit con "peluchito" alrededor................. me he despertado de golpe!!! Besos. Mónica.
ResponderEliminarSon una monada, tan masculinos a la par que elegantes.
EliminarY tienes también la versión mule disponible, con sus pieles y todo. Por si te encaprichas.
No tengo palabras.
El problema no es que no sean guapos, el problema es que dan una grima que no se puede explicar.
ResponderEliminarMe imagino que detrás de esos anuncios habrá unos estudios de Mercado del copón, y sus razones tendrán para hacerlo, pero la realidad es que dan asquete.
Dan bastante repelús y sus pintajas no ayudan demasiado.
EliminarCreo firmemente que cualquier tío puede ser modelo, no veo necesario ningún requisito especial. Así que, hombres del mundo, sacaos los cuartos haciendo el memo en las revistas.
Oye, que igual el de Givenchy está de mala hostia porque le pica el vestido de cuadros. Acuérdate de lo que era la falda del cole en verano, titi. Un infierno escocés (de escocer)...
ResponderEliminarTienen más cara de que se les están bajando los leotardos.
EliminarUna lanza a favor de Jhon Travolta, que físicamente no mola nada y menos ahora, pero todo se lo perdono por su papel en Pulp fitcion. En cuanto a los chicos Givenchy, solo decir que me encantan los tartanes (cuadros escoceses vamos) y que me los pondría yo.
ResponderEliminarAquel John Travolta podría habernos vendido cualquier cosa.
EliminarA éste sólo le veo hueco anunciando Just for men o algo de Teletienda.
¡Cómo hemos cambiado!
Si esque hay que saber envejecer con dignidad pordiostodojunto.
EliminarYa lo tengo, este año a B. para Reyes le cae un bolso grande y algun vestido escocés o camisa con estampado chulo, me han convencido y además seguro que súper económico...J.
ResponderEliminar¡Menudo regalazo, J.! Creo que a B. la va a encantar el bolso aunque tendrá que empezar a practicar la mirada lánguida y sacarse el bono-bus.
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