Llegó
la primavera y, aunque en el norte no podemos echar las campanas al vuelo ni en
agosto, una ya empieza a imaginarse días soleados, a soñar con quitarse el
abrigo, a fantasear con vestidos de tirantes y sandalias. Un estado onírico en
el que el calor nunca es sofocante y los colores flúor favorecen incluso antes
de dejarse caer por la playa.
Y
si a una le apetece deshacerse de las botas, también resulta muy tentador
despojar a nuestros retoños de gorros, bufandas, guantes, fundas de borrego
para la silla, burbuja y toda la parafernalia invernal.
¡Qué ganas de verano!
Estoy deseando dejar atrás la pana y darle la bienvenida al fresquito algodón.
Aunque
hace mucho tiempo que pasó mi tren, de vez en cuando me dejo caer por alguna
tienda online de ropa de niños para ver qué nos ofrecen para que los recién llegados vayan fresquitos en verano y no dejen de ser bebés de Bilbao, que es,
sin ninguna duda, como más guapos están.
Y
aquí, Nícoli suele dar en el clavo. Sus diseños con colores neutros, estampados
discretos, tonos empolvados y tejidos naturales son la mejor apuesta cuando
todavía no han cumplido el año. Porque el amor de madre es infinito y, nuestros
niños, lo más bonito que hay pero tampoco veo la necesidad de ponerlos a
prueba, angelitos, con un conjunto fucsia o morado. Disponemos de un amplio y
favorecedor abanico de beiges, grises, blancos, azules, crudos, rosa palo…,
hagamos un favor a nuestros retoños y usémoslos hasta hartarnos.
Otro
punto importante es no caer en el error de confundir ropa de bebé con lazos,
perlé y angora a granel; no se trata de que nuestros hijos recuerden al Delfín
de Francia sino de que vayan cómodos, frescos y sencillos. Los pololos, las
capotas, las chaquetitas y las camisas de algodón son un acierto seguro. No hace
falta complicarse con jaretas y puntilla, la sencillez suele ser la clave del
éxito.
Por
si a alguien le cabía alguna duda, aprovecho la ocasión para confesar mi
debilidad por las niñas con capota –como yo no he podido jugar a las muñecas-.
Es que veo una y quiero una para mí (niña y capota).
Y
mientras esperamos/deseamos/cruzamos los dedos/rogamos que el buen tiempo se
instale definitivamente para sacar a las criaturas de sus sanfranciscos y poner
las piernas al sol, podemos dejarnos caer por la tienda online de Nícoli y
aprovechar las ofertas disponibles en su sección saldos, donde encontraremos
restos de otras temporadas a precios mucho más asequibles.
¡Vaya colección de monerías pololeras!
ResponderEliminar¡Ya te digo! Una pena que no estemos para pololos, me consolaré comprando algo para mí.
EliminarBuenos días!!!!
ResponderEliminarEchaba mucho de menos tus posts, y éste me viene como anillo al dedo!!!! Esta semana sin falta me paso por Nícoli para surtir a J. por recomendación de la tía Lola.
Mil besos!! Mónica.
¡Pero qué guapo va a ir J.!
EliminarTomo nota, ya sé qué regalarle a tu retoño. ¡Qué ganas de que llegue, Mónica!
Ese vestido cruzado tiene el nombre de Jr!!!!Ojalá se dejara poner capota...También son ideales sus camisetas benéficas, pensando ya en el terrorista. Y es otra de las tiendas en las que te puedes comprar ropa "a juego con tu hija" sin caer en cursilerias, que su colección de adolescentes da para madres jóvenes y guapas como nosotras. Nada, que nos pasaremos por Nicolí...Beso!Carlota
ResponderEliminarCarlo, estás en todo, no se me había ocurrido lo de ir vestidas iguales, con lo guay que me parecía de pequeña. ¡La ilusión que le va a hacer a Jr!
EliminarLa verdad es que tienen cosas ideales para chicas de las que surtirnos las mamás, como las adolescentes de ahora nos sacan una cuarta y calzan un 40.